Argumentos: Mireya Vargas Lavado

Mireya Vargas Lavado, socióloga –especializada en procesos de desarrollo humano sostenible e investigadora de las relaciones entre la sociología y la psicología en las intervenciones sociales– reflexiona en torno a la venezolanidad. En su libro ‘¿País en Regresión? Nuestras complejidades inconscientes en algunas imágenes sociológicas’ explora las complejidades del venezolano para entender la situación actual nacional. El estudio, hecho sobre la base de historia de casos, gira en torno a el desarrollo del individuo y sus posibilidades en la sociedad. Surge de la necesidad de responder la pregunta ¿qué es lo que restringe al venezolano a asumir los retos que se le presentan a lo largo de su vida y dificultan su progreso humano? Bajo la supervisión del psicoterapeuta jungiano, Rafael López-Pedraza, Vargas y su equipo estudiaron al venezolano a partir del concepto de complejidades emocionales inconscientes. Dicho concepto se refiere las limitaciones en el ámbito individual y colectivo y fue enfocado en la imagen de regresión, entendiendo ésta como los procesos donde se vuelve a la formas básicas de la psique para avanzar sobre bases más firmes. La socióloga nos habla sobre las complejidades familiares donde destaca la figura de una madre excesivamente presente y un padre completamente ausente. También explica las complejidades tribales a partir de las cuales proyectamos sobre el otro, pero con poco reflexión sobre nuestras acciones. Así mismo, menciona cómo estas complejidades se observan en los juicios que emitimos sobre los otros y habla de las complejidades étnicas o raciales vinculadas con emociones como el resentimiento. Según Vargas, en la actualidad los venezolanos aún no hemos hecho consciente muchas de nuestras complejidades culturales y estamos enfrentados ante emociones que antes no habíamos manifestado como la rabia, el odio y el resentimiento. La entrevistada apuesta por iniciar el camino del reconocimiento y la conciencia de estas complejidades en el plano individual como paso previo indispensable para reconocer al otro y tolerar sus diferencias para poder restablecer la convivencia.